lunes, 21 de noviembre de 2016

Antoine Lavoisier







Antoine Lavoiser

Antoine, nació el 26 de Agosto del año 1746, en la ciudad de París, en el seno de una familia económicamente acomodada que le permitiría tener una vida holgada en este sentido y poder invertir su fortuna en su formación.

Sus estudios los llevó a cabo en la escuela de elite Colegio de las Cuatro naciones, destacándose siempre por sus dotes cuando de ciencias naturales se trataba la cosa, aunque, también le dio el gusto a su padre y estudió Derecho.

En el año 1768 fue distinguido por la Academia de Ciencias al ser elegido miembro.
En el año 1771 se casó con Marie-Anne Pierette Paulze, quien se convertiría en su mano derecha en el laboratorio, asistiéndolo en sus experimentos y también traduciendo algunos de sus artículos escritos. La dote le permitió a Lavoisier instalar un gran laboratorio propio en el cual llevaría adelante la mayoría de sus investigaciones y descubrimientos.
Uno de sus primeros aportes fundamentales fue la demostración que el oxígeno era el elemento responsable del proceso de la oxidación de los metales.
También al oxígeno le atribuyó un rol sustancial en cuanto a la respiración de los vegetales y de los animales. Junto a su colega Laplace demostrarían que la respiración consistía en una lenta combustión del material orgánico mediante el oxígeno.
Entre otros aportes, Lavoisier, demostraría que en una reacción, la cantidad de la materia es siempre la misma al comienzo como al final de la reacción. De estos experimentos surgirían importantes pruebas para dar origen a la ley de conservación de la materia. Esta ley que lleva su nombre en su honor, es una de las temáticas que hoy día se estudian en la escuela en la materia de fisicoquímica.
Por otro lado, al investigar la composición del agua, determinó sus dos componentes: el hidrógeno y el oxígeno.
También examinó la naturaleza de la combustión demostrando que se trata de un proceso en el cual se produce la combinación de una sustancia con el oxígeno. Y junto al químico Claude Louis Berthollet generó una nomenclatura química que sirvió de base al sistema moderno.


APORTACIÓN A LA CIENCIA

Demostró la falsedad de que el agua podía convertirse en tierra mediante sucesivas destilaciones. La especulación acerca de la naturaleza de  cuatro elementos tradicionales (aire, agua, tierra y fuego) lo llevó a emprender una serie de investigaciones sobre el papel que desempeñaba el aire en las reacciones de combustión. Llego a la conclusión de  que en una reacción química, la cantidad de materia es la misma al final y al comienzo de la reacción. Estos experimentos proporcionaron pruebas para la ley de la conservación de la materia. En 1772 presentó a la Academia los resultados de su investigación, explicando el hecho de que cuando se queman el azufre o el fósforo, éstos ganan peso por absorber «aire», mientras que el plomo metálico formado tras calentar el plomo mineral lo pierde por haber perdido «aire». A partir de los trabajos de Priestley, distinguió entre un «aire» que no se combina tras la combustión o calcinación (el nitrógeno) y otro que sí lo hace, al que denominó oxígeno (productor de ácido). Los resultados cuantitativos y demás evidencias que obtuvo se oponían a la teoría del flogisto, según la cual una sustancia hipotética (el flogisto) era la que se liberaba o se adquiría en los procesos de combustión de las sustancias.
Junto con el químico francés Claude Louis Berthollet, Lavoisier redactó en 1787 el Método de nomenclatura química, un sistema de nombres, que sirve de base al sistema moderno. Posteriormente escribió el Tratado elemental de química en 1789, en el que aclaró el concepto de elemento como una sustancia simple que no se puede dividir mediante ningún método de análisis químico conocido, y elaboró una teoría de la formación de compuestos a partir de los elementos. También escribió Sobre la combustión en 1777 y Consideraciones sobre la naturaleza de los ácidos en 1778.
























martes, 29 de octubre de 2013


¿Por qué el mundo necesita la tecnología?

En 2046 se habrá consolidado la energía nuclear de fusión, en 2041 existirá una pequeña ciudad en la luna, en 2036 tendremos el primer ascensor espacial, en 2031 los robots serán más inteligentes, que nosotros, en 2026 habrán combates de boxeo entre androides, en 2021 los yogurts nos contaran chistes, en 2018 los coches serán piloteados automáticamente, en 2017 podremos ir de vacaciones a un hotel en órbita, en 2011 los robots cuidaran nuestros jardines y en el año que viene el ordenador procesara información más rápidamente que una persona; estos son algunos de los escenarios que se prevén para nosotros y nuestras generaciones futuras, así mismo se dice que para el 2051 desarrollaran comunicaciones telepáticas generalizadas y la transferencia de información contenida en un cerebro a una maquina.
Las innovaciones tecnológicas que se avecinan en el horizonte de los `próximos cuarenta años modificaran de tal manera nuestras vidas que solo un cambio de mentalidad global podrá asimilarlos y es definitivo proyectar estos cambios tecnológicos en campos tan dispares como la salud, la economía, la demografía, la energética, la robótica, el espacio, las telecomunicaciones y los trasportes
Los atores se apresuran a aclarar en toda lógica que los escenarios que dibujan son meras posibilidades, así como las previsibles implicaciones sociales de tales innovaciones, para dibujar estos campos o escenarios han consultado a expertos de todo el mundo en sus diversas áreas, con ellos han perfilado un consenso respecto a que tecnologías tienen más posibilidades de emerger en los próximos años. En qué momento harán irrupción en la sociedad y que impacto social puede esperarse de ellas.
El resultado sin unas mil tecnología emergentes, clasificadas por especificaciones y por el periodo de tiempo en el que se supuestamente están disponibles para la sociedad.
Los autores reconocen que muchas de las tecnologías dibujadas parecen de ciencia ficción pero recuerdan al respecto la tercera ley del escritor de ciencia ficción ARTUR C. CLARK formulada en 1962 "cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia" 





Nanotecnología y biotecnología

Se señala al respecto que dentro de 60 años seremos como la nanotecnología y biotecnología provocaran impactos en nuestras vidas que hoy consideramos como mágicos, pero que serian normales para los hijos de nuestros hijos, debido a que nuestra escala temporal actual, sólo puede aprender una pequeña parte de lo que está en camino
Si comenzamos por descubrir las tecnologías mas remotas lo que nos aseguran estos expertos es que en 2051 el reino unido tendrá un equipo de fútbol formado íntegramente por androides, que para entonces habrá desaparecido, completamente el agujero de la capa de ozono, que las comunicaciones telepáticas se habrán hecho corrientes entre las personas y que la información contenida en un cerebro humano podrá desde esa fecha ser transferida a un soporte artificial ( los cerebros artificiales desde 2040).
El viaje a través del tiempo, los primeros continentes con interferencias extraterrestres, la circulación de personas a través del ciberespacio, los viajes a una velocidad superior a la de la luz o el colapso de la economía internacional, son escenarios relegados mas allá del 2050, sin fecha posible, los mas especulativos.